Aquisgrán quiere convertirse en una ciudad ecológica del futuro

Ina Ranson, 1999

Esta hoja informativa presenta el modo en que la ciudad de Aquisgrán ha abrazado el desarrollo sostenible y ha tomado medidas para promover el desarrollo de la movilidad suave con el fin de convertirse en una ciudad ecológica.

Aquisgrán (250.000 habitantes) se embarca en un viaje de modernidad, con la ambición de encontrar el equilibrio adecuado entre economía y ecología. Cuenta con el apoyo de un movimiento ciudadano muy activo, una fundación privada (Kathy Beys Foundation) y dos universidades técnicas, de las cuales la RWTH (Rheinisch-Westfälische Technische Hochschule) es la más reconocida. En el marco del proyecto modelo Ciudad Ecológica del Futuro, lanzado por el estado de Renania del Norte-Westfalia en 1992, y desde 1997, en el marco de una Agenda 21, la ciudad ha llevado a cabo numerosos proyectos, especialmente en el ámbito de la energía.

Desde 1992, Aquisgrán es miembro de la Federación por el Clima. (Klima-Bündnis). La ciudad se ha propuesto reducir sus emisiones de CO2 en un 50% de aquí a 2010, dejar de utilizar inmediatamente el FCKW, renunciar a la madera tropical y apoyar los proyectos de los habitantes de la selva tropical en sus esfuerzos por preservar los bosques. Para alcanzar estos ambiciosos objetivos, la ciudad ha actuado en tres ámbitos: el uso racional de la energía, una política voluntaria que favorece las energías renovables y el desarrollo del transporte « suave ».

Desde finales de 1995, el consumo de energía en los edificios públicos se controla mediante un programa informático especialmente desarrollado. El objetivo es detectar las oportunidades de ahorro energético y medir el éxito de las medidas ya adoptadas. La ciudad está trabajando para sustituir la calefacción de los edificios públicos, que se basa en la electricidad, el carbón o el fuel, conectándolos a las redes locales de calefacción. También lleva a cabo una amplia labor de comunicación y formación y apoya numerosos proyectos técnicos y educativos innovadores (aislamiento térmico transparente en una escuela, producción de electricidad a partir del gas metano de un antiguo vertedero, etc.).

El modelo de energía solar y eólica de Aquisgrán se cita a menudo como ejemplo en Alemania: la ciudad subvenciona generosamente la electricidad producida por los propietarios de paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas. Para fomentar la inversión en una tecnología que se considera prometedora, se paga a precios que cubren los costes (entre 1,74 y 1,89 DM por kWh de energía solar, según el tamaño de las instalaciones, y 24 FP por kWh de energía eólica). En el verano de 1998 había más de 150 plantas fotovoltaicas en Aquisgrán, y siguen creciendo. La ciudad ha puesto gratuitamente a disposición de los posibles inversores los tejados y las fachadas bien expuestas de los edificios escolares.

Para reducir el número de coches privados, la ciudad está utilizando los siguientes medios :

Un plan de transporte urbano (Verkehrsentwicklungsplan Aachen, VEP), elaborado en 1995, propone conceptos para el desarrollo del transporte a largo plazo basados en análisis de la situación actual y futura. Sin embargo, aún no se ha decidido políticamente.

La sociedad civil, muy activa en Aquisgrán, ha tomado muchas iniciativas en el ámbito del desarrollo sostenible. Para reforzar las energías y diseñar acciones comunes, muchas asociaciones ecologistas y tercermundistas se han unido en una casa común por la que luchan desde la conferencia de Río. Destacando que el 80% de los recursos naturales del mundo son consumidos por sólo el 20% de la población mundial y que los países del Tercer Mundo sufren cada vez más las consecuencias de los modelos de consumo insostenibles, las asociaciones aseguran que el desarrollo sostenible en Aquisgrán mantiene un fuerte componente de solidaridad internacional. La cooperación con la ciudad no siempre es fácil, ya que las exigencias de las asociaciones suelen superar con creces los planes del municipio. El difícil camino hacia la sostenibilidad está empedrado de conflictos… Pero esto está en consonancia con el proceso iniciado en Río, donde los gobiernos declararon que la enorme tarea de cambiar el rumbo del desarrollo hacia la sostenibilidad requiere la participación activa de la sociedad.

Aunque conflictiva, o incluso por ello, la cooperación entre la ciudad y la sociedad civil es especialmente fructífera en Aquisgrán. En diciembre de 1998, la ciudad puso en marcha un nuevo programa de subvenciones para « iniciativas conjuntas » en el marco del proyecto modelo « Ciudad Ecológica del Futuro ». Cualquier ciudadano puede llevar a cabo un proyecto en el ámbito de la protección del medio ambiente o la integración social con el apoyo de la ciudad. El único requisito es que el ciudadano y al menos otras dos personas -amigos, vecinos, colegas, etc.- estén involucrados. La ciudad ofrece como ejemplos la construcción de un seto, la demolición y replantación de una zona, la formación de un grupo de orientación ecológica y social, en definitiva, todas las medidas que hacen avanzar a la ciudad de Aquisgrán por el camino del desarrollo ecológica y socialmente sostenible. Por supuesto, se espera que los grupos contribuyan a la planificación y ejecución de sus proyectos; se ofrecen subvenciones (hasta 5.000 DM) para servicios de consultoría y para la compra de las herramientas y productos necesarios.