Los vecinos se organizan ante la crisis hipotecaria en España

Ada COLAU, 2012

Collection Passerelle

España, a partir de los años 60, inició una política de fomento del acceso a la propiedad. Con la vuelta a la democracia, el problema se intensificó y el país se convirtió en un país de terratenientes. El alquiler ya no es habitual ni se fomenta (es demasiado caro para ser viable). Es un proyecto económico y cultural : la población es más dócil cuando sólo piensa en trabajar para pagar sus préstamos e hipotecas. En España, el 90% de la población es propietaria de su vivienda y el alquiler se ve como la solución para los excluidos, para los jóvenes y para los que no tienen un proyecto de vida. Esta situación se ha desencadenado con la liberalización del mercado crediticio y la no regulación de los impuestos sobre la propiedad. El gobierno español desde los años 60 siempre ha tenido un claro discurso político, animando a la población a comprar una casa, argumentando que el precio de la vivienda nunca iba a bajar y que alquilar era como tirar el dinero por la ventana. Ahora el gobierno de Rajoy dice que la situación de crisis se debe a que la población vive por encima de sus posibilidades, lo que la hace culpable de los males del país.

La burbuja inmobiliaria}} en España -aunque negada por las autoridades durante muchos años- ha provocado el sobreendeudamiento de gran parte de la población, así como un grave problema de acceso a la vivienda. La economía española se basa en el sector inmobiliario, lo que significa que una gran parte de la población ya no es propietaria de nada.

Es también toda la vaguedad en torno a las cuestiones hipotecarias lo que ha causado graves dificultades : el proceso por el que se pide la hipoteca a los propietarios era completamente desconocido para ellos. Con la crisis, la hipoteca se reduce a la mitad (ya nadie quiere comprar) y la gente se encuentra endeudada de por vida. Hay 350.000 hogares afectados, sin hogar y sobreendeudados. Esto provoca enormes problemas en términos de medios económicos (prohibición de crédito, trabajo, emprendimiento o alquiler) para todas las clases sociales. Se han destruido muchas vidas y esto ha sucedido muy rápidamente (en cuatro años), por lo que ha sido una gran conmoción.

En respuesta a esta crisis, en 2009 se creó la Plataforma (Plataforma de Afectados por la Hipoteca) con dos objetivos :

  1. Respuesta inmediata a la población afectada ya que no hay respuesta por parte del Estado ni viviendas sociales, mientras que España es líder en viviendas vacías. Los bancos se están convirtiendo en los mayores propietarios y están vendiendo estas propiedades por partes. El movimiento debe dar visibilidad a las personas afectadas tanto por su problema de deuda como por la falta de vivienda.

  2. aplicar el derecho a la vivienda, en respuesta al colapso del modelo de propietarios y, por tanto, cambiar la ley. El movimiento de base debe estar al frente de la lucha.

La Plataforma no pretende ofrecer asistencia individual a las personas, sino que fomenta la acción colectiva. Al conocer a otros afectados, la gente ya no se siente culpable, sino que toma conciencia del aspecto colectivo del problema.

Es urgente cancelar la deuda de todos estos hogares y convertir el parque de viviendas en manos de los bancos en viviendas sociales. El movimiento social contra las hipotecas ya cuenta con el apoyo de algunos ayuntamientos y personas del sector judicial.

La urgencia de la acción radica en que la vivienda es una cuestión de supervivencia. La Plataforma lucha por mantener a la gente en sus casas presionando a los jueces (bloqueando las sentencias). Con los Indignados, el movimiento de apoyo se ha intensificado y extendido. Cuando ya no es posible luchar contra los desahucios, la Plataforma reinvierte los edificios vacíos para realojar a las personas sin vivienda. El movimiento está creciendo y ganando legitimidad.

Referencias

Para acceder a la versión PDF de número 7 de la serie Gateway