El anclaje territorial de la educación : una condición importante para la transformación de los sistemas educativos y los territorios

Introducción al dossier «  La escuela como campo de experimentación para el compromiso de los jóvenes en experiencias de desarrollo sostenible a nivel local  »

Pierre Calame, 2016

Los estudios de caso desarrollados en este dossier nos llevan a descubrir la experiencia colectiva de la red internacional Cuidemos el Planeta. Las enseñanzas generales que se desprenden de ella ponen de manifiesto las condiciones para una profunda renovación de la relación entre educación y territorio.

Para descargar: 0_introduction_pic-3.pdf (300 KiB)

Educación para el medio ambiente y el desarrollo sostenible, educación para la responsabilidad y la ciudadanía, desarrollo en los jóvenes del deseo y el poder de actuar, asociaciones territoriales entre actores al servicio de un objetivo común, descubrimiento y gestión de la complejidad, enfoque interdisciplinario, pedagogía del proyecto, desarrollo del gusto por la investigación experimental y del espíritu crítico, el sentido de pertenencia a un territorio, la combinación de iniciativas individuales en una perspectiva de cambio sistémico, la transformación de la relación entre la sociedad y la naturaleza, el desarrollo de una gobernanza basada en las responsabilidades compartidas, la relación entre la unidad y la diversidad, la capacidad de poner en red las experiencias en diferentes contextos para extraer principios comunes : Todas estas cuestiones fundamentales para el sistema educativo, para los territorios y para la sociedad en su conjunto se ilustran concretamente en este dossier.

Se basa en la experiencia de una red muy original, « Cuidemos el planeta ». Empecemos por decir unas palabras sobre ello. En los años 90, a través de las reflexiones de la Alianza por un Mundo Responsable y Solidario, surgió una idea: la responsabilidad estará en el centro de la ética del siglo XXI y el desarrollo del sentido de la responsabilidad es una condición para la transición hacia sociedades sostenibles. Se plantea entonces la cuestión de cómo la educación puede contribuir a que los niños y jóvenes sean conscientes de sus responsabilidades hacia su entorno inmediato o lejano sin que se sientan culpables y moralizantes.

Esta reflexión, apoyada por la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso de la Humanidad, iniciadora de la Alianza por un Mundo Responsable y Solidario, tomó forma en Brasil a principios del siglo XX a partir de las primeras experiencias y reflexiones sobre la educación para el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Las instituciones internacionales llevan mucho tiempo insistiendo en la importancia de la educación ambiental y ciudadana, pero hasta ahora estos esfuerzos se han mantenido al margen del propio sistema educativo. En Brasil, por iniciativa de los miembros de la Alianza por un Mundo Responsable y Solidario, bien situados en los ministerios de Educación y Medio Ambiente, esta perspectiva se está convirtiendo en nacional. Animados por la ola de grandes conferencias nacionales que caracterizó el primer mandato del presidente Lula, estos actores organizaron una primera conferencia nacional. Su originalidad fue que no se trataba de una conferencia de profesores, sino de una conferencia de jóvenes, situando lo que estaba en juego a nivel de un compromiso colectivo de niños y jóvenes, de ahí el nombre de este movimiento: Cuidemos el planeta.

El poder de esta dinámica, que ha movilizado a miles de escuelas y millones de niños en Brasil, la convierte en el prototipo de una nueva y prometedora dinámica, tanto en su alcance como en sus métodos. La primera ficha del dossier describe los principios metodológicos surgidos de estas conferencias: se toma en serio a los niños y a los jóvenes, como actores de pleno derecho de su propia educación y de la sociedad, pero esto va acompañado de principios metodológicos rigurosos, que son esenciales para evitar su instrumentalización y para permitir que un encuentro de jóvenes produzca resultados de los que son autores colectivos, de los que pueden estar orgullosos y que serán una base sólida para el futuro.

Esta dinámica resultó tan fructífera que la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso del Hombre -FPH- propuso que diera lugar a un diálogo y una cooperación internacional a gran escala. Este fue el origen de la Conferencia Internacional de Niños y Adolescentes por el Medio Ambiente - « Cuidemos el Planeta » - celebrada en Brasilia. - que se celebró en Brasilia en junio de 2010 y reunió a jóvenes y profesores de cincuenta y tres países de diferentes continentes.

Esta conferencia, que reunió a más de 400 jóvenes en un clima de extraordinario entusiasmo, tuvo la característica de reunir a delegados de jóvenes que se habían comprometido con acciones concretas al servicio del medio ambiente en su clase, en su escuela, en su barrio, en su ciudad. Mostró toda la fuerza que podía nacer de esta puesta en común de experiencias concretas, donde la reflexión y la acción eran siempre inseparables, como palanca de transformación tanto del sistema educativo como de la gestión de los territorios.

En Europa en particular, y por iniciativa de una asociación de Grenoble, Monde Pluriel, que había participado activamente en la preparación de la conferencia mundial, la reunión de Brasilia dio origen a la red europea « Cuidemos el planeta ». Esta red está ahora anclada en una gran diversidad de territorios. Los ejemplos presentados en este dossier se refieren principalmente a la región de Rhône Alpes y la región de Île de France en Francia, y a Cataluña en España.

Las experiencias concretas que presenta demuestran que la educación para el medio ambiente y el desarrollo sostenible, tal y como se percibe todavía muy a menudo, como un complemento marginal, más o menos ajeno al propio sistema escolar, añadido a planes de estudio, divisiones disciplinarias y métodos de enseñanza no modificados, sólo puede tener un alcance muy marginal. Por el contrario, si se toma en serio el descubrimiento por parte de los jóvenes de su entorno territorial y la necesidad y posibilidad de actuar sobre él, esta territorialización del enfoque educativo se convierte, de un paso a otro, en el fermento de una transformación radical del sistema educativo, de la comprensión de los ecosistemas territoriales, Esta territorialización del enfoque educativo se está convirtiendo, paso a paso, en el fermento de una transformación radical del sistema educativo, de la comprensión de los ecosistemas territoriales, de la democracia y de la ciudadanía, e incluso de la propia gobernanza territorial, al poner en el centro la asociación entre actores, la emergencia de dinámicas colectivas de transformación, el ejercicio de competencias compartidas, el aprendizaje a través del intercambio de experiencias de principios rectores susceptibles de guiar eficazmente la acción en una gran diversidad de contextos.

El dossier muestra que acciones aparentemente limitadas, como la creación de un compost en una escuela de Rhone Alpes para reciclar los residuos del comedor o la decisión de unos cuantos profesores de Bobigny, en Ile de France, de trabajar juntos para ayudar a los jóvenes a descubrir los ecosistemas y la relación entre el hombre y el planeta, son en realidad extraordinarias palancas para plantear cuestiones fundamentales sobre la educación, la responsabilidad y el territorio, siempre que se pongan en red para difundir este tipo de innovaciones y extraer lecciones generales; Pero es precisamente este carácter innovador, casi podríamos decir que revolucionario, tanto que pone en cuestión los métodos educativos, las instituciones y sus interrelaciones, lo que está encontrando tantos obstáculos y revelando tanta resistencia.

El dossier se compone, pues, de dos partes : una serie de estudios de casos concretos a varios niveles, principalmente el escolar y el de una ciudad o región, estudios de casos que muestran la diversidad de aplicaciones posibles de unos pocos principios fundamentales, que se ponen claramente de relieve, y fichas de evaluación que analizan los obstáculos encontrados y revelan la amplitud de los cambios necesarios. El interés de los estudios de caso es precisamente mostrar a través de la práctica que, con la determinación conjunta de los profesores, los directores de los centros y las autoridades locales, estos obstáculos, aparentemente insuperables en número, pueden eliminarse en la práctica.

A este respecto, el dossier es también una excelente ilustración de la relación entre lo local y lo global: es efectivamente a nivel territorial donde se pueden inventar los procesos de transición hacia sociedades sostenibles, pero sólo la puesta en red de las experiencias locales y la formulación de una teoría -en este caso la de la relación entre educación y territorios- pueden permitir pasar de una suma de innovaciones simpáticas a una estrategia de transición más global. Asimismo, los ejemplos presentados en el dossier muestran cómo, para los niños y jóvenes, el descubrimiento del ejercicio de la ciudadanía a nivel local es también un aprendizaje de la ciudadanía global.

Para ir más allá