Los cuatro escenarios de la ADEME para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050
March 2024
Agence pour l’Environnement et la Maîtrise de l’Energie (ADEME)
La neutralidad en carbono para 2050 forma ya parte del lenguaje común de las políticas climáticas. Si bien su definición es bastante consensuada, el camino para alcanzarla sigue siendo difuso, incluso totalmente desconocido para la mayoría de los responsables políticos y los ciudadanos. Sin embargo, ante la urgencia climática, los cambios que hay que llevar a cabo son de tal magnitud que es imprescindible acelerar las decisiones, de ahí el trabajo impulsado por la ADEME en noviembre de 2021, en previsión de los debates sobre la Estrategia francesa para la energía y el clima, con cuatro vías «típicas», coherentes y contrastadas, para conducir a Francia hacia la neutralidad en carbono.
To download : transitions2050-resume-executif-mars_2024.pdf (14 MiB)

La ADEME ha querido someter a debate cuatro vías «típicas» coherentes que presentan, de forma deliberadamente contrastada, opciones económicas, técnicas y sociales para alcanzar la neutralidad en carbono en 2050. Concebidas para la Francia metropolitana, se basan en los mismos datos macroeconómicos, demográficos y de evolución climática (+2,1 °C en 2100). Sin embargo, siguen caminos distintos y corresponden a diferentes opciones sociales. Este trabajo se ha llevado a cabo entre 2019 y 2021. No obstante, la crisis de la COVID-19 y el conflicto en Ucrania no ponen en tela de juicio ni las hipótesis ni las conclusiones del trabajo aquí presentado. Al contrario, las refuerzan al demostrar el interés de liberarse de las energías fósiles y de la sobriedad.
1. Generación frugal
Los importantes cambios en la forma de desplazarse, calentarse, alimentarse, comprar y utilizar los equipos permiten alcanzar la neutralidad en carbono sin necesidad de recurrir a tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, que no han sido probadas y son inciertas a gran escala.
La transición está impulsada principalmente por las limitaciones y la sobriedad. Las nuevas expectativas de los consumidores, pero sobre todo las nuevas prácticas, se expresan rápidamente en los modos de consumo. El crecimiento de la demanda energética, que agota los recursos, se interrumpe gracias a innovaciones tanto conductuales y organizativas como tecnológicas.
2. Cooperaciones territoriales
La sociedad se transforma en el marco de una gobernanza compartida y de cooperaciones territoriales. Las organizaciones no gubernamentales, las instituciones públicas, el sector privado y la sociedad civil encuentran vías de cooperación pragmática que permiten mantener la cohesión social.
Para alcanzar la neutralidad en carbono, la sociedad apuesta por una evolución progresiva, pero a un ritmo sostenido, del sistema económico hacia una vía sostenible que combine sobriedad y eficiencia. El consumo de bienes se vuelve mesurado y responsable, y se generaliza el intercambio.
La evolución de los valores de la sociedad permite realizar inversiones masivas en soluciones eficientes y energías renovables.
3. Tecnologías verdes
El desarrollo tecnológico permite responder a los retos medioambientales. Las metrópolis se desarrollan. Las tecnologías y la digitalización, que permiten la eficiencia energética, están presentes en todos los sectores. Las mejores tecnologías se despliegan ampliamente y son accesibles de forma generalizada a la población solvente.
Las formas de vivir, desplazarse o trabajar se parecen mucho a las actuales, pero ganan en sobriedad.
4. Apuesta reparadora
Los retos ecológicos globales se perciben como contrapartidas del progreso económico y tecnológico: la sociedad confía en la capacidad de gestionar, e incluso reparar, los sistemas sociales y ecológicos con más recursos materiales y financieros para conservar un mundo habitable.
Se conservan los modos de vida de principios del siglo XXI. Sin embargo, la proliferación de bienes consume mucha energía y materias primas, con un impacto potencialmente fuerte sobre el medio ambiente.